Probablemente creas (al igual que muchos
emprendedores) que lo más importante al momento de crear una
empresa es contar con los
recursos de capital, y por esta razón no te atreves a materializar tu
proyecto, pierdes el impulso de lograr el objetivo inicial: que tu idea de negocios se convierta en tu
empresa.
Esto es un error, ya que lo primero que debes tener es: la total
claridad del monto de capital requerida para iniciar el proyecto empresarial,
para ello, es necesario elaborar un Plan de Negocios y luego de
elaborarlo, ya puedes solicitar apoyo a un posible inversionista, entidad
financiera, etc.
En
otras palabras, por enfocarte en el dinero, olvidas aspectos mucho más importantes y que son cruciales
a la hora de iniciar con tu negocio, como lo es el Estudio de prefactibilidad,
éste contiene varios estudios, que a continuación se detallan:
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- Estudio de mercado: te dice a quién le vas a prestar tu servicio o
vender tus productos. Este mercado es en última instancia quien mide
el real valor de tu proyecto y da
sentido a tu idea de negocios.
- Estudio
técnico: conocer las
tecnologías más apropiadas y necesarias para tu proceso productivo, los procesos de
manufactura más actualizados a nivel mundial, nacional o local.
- Investigación: del equipo de trabajo del proceso de creación y
consolidación de la empresa: ¿Quiénes son tus posibles socios?, ¿Dónde
están esos socios?, ¿Qué perfiles deben tener esos socios?
- Estudio
administrativo, organizacional y legal: averiguar el perfil del empleado que se
requiere: ¿Qué capacidades o habilidades necesita
el personal para cumplir los objetivos? ¿Cuánto les pagarás?, ¿De
qué forma los contratarás? ¿Qué estructura organizacional tendrá
tu negocio?, ¿Qué figura jurídica tendrá este nuevo negocio? ¿Qué
implicaciones tributarias y legales tiene esta figura jurídica?
- Estudio
financiero: ahora sí hablemos
de números: ¿Ya sabes cuál es tu punto de equilibrio?, ¿Ya estableciste
los costos de producción o prestación del servicio?, ¿Conoces tus costos variables? ¿Cuánto cuestan los
empleados que contratarás?, ¿Qué impuestos deberás de pagar? ¿Qué es un balance general?, ¿Qué es un estado de pérdidas y ganancias? ¿Cuál
es la tasa interna de retorno de tu
proyecto?, ¿Cuál es el valor presente neto que esperas?,
¿Qué es el flujo de caja?, ¿Cuál es la proyección
de ventas del proyecto?, y finalmente ¿Cuál es la utilidad esperada para
el primer año del proyecto?.
Ves
¿por qué es tan importante no
enfocarse primero en el dinero? Pues
tienes mucho, pero mucho que investigar antes de saber con total seguridad
cuánto es el capital que necesita tu negocio.
En
algunas ocasiones una deficiente investigación, puede causar grandes
problemas y pérdida de dinero por tener una mala planeación en la iniciación,
ejemplos:
1. Una
emprendedora que abrió su salón de belleza en un pequeño centro comercial,
había invertido y trabajado muy duro para modificar y decorar el lugar que
rento, y algunos días después de haber abierto las puertas, cerraron la calle
para romper el pavimento y hacer algunos cambios a las tuberías o
drenaje, como se podrán imaginar después de este comienzo sin tráfico de autos
o de mucha gente es muy difícil levantar un negocio.
2. Otra persona que también hizo inversiones
muy fuertes para instalar un equipo especial para su negocio, y cuando quiso
obtener su licencia de negocios la ciudad se la negó hasta que cumpliera con
ciertos requisitos que no había considerado o que él no consideraba necesarios,
estos cambios y planos que tenía que presentar costaban mucho dinero, el cual
ya no tenía, al final y después de varios meses y de haber pensado hasta
declararse en bancarrota antes de abrir su negocio, pudo con mucho esfuerzo
conseguir dinero prestado para pagar los planos y hacer las modificaciones.
Existen proyectos sobrevalorados y/o subvalorados,
que se convierten en fracasos empresariales a corto o mediano plazo; tal como
lo expresa el escritor norteamericano sobre emprendimiento y empresarismo Michael E. Gerber, específicamente
en su libro “El Mito del Emprendedor”: “el 80% de las empresas que inician, fracasan
en los primeros cinco años”.
Agrega además que: “del 20% que sobreviven, 80% fracasan en los siguientes 5 años”.
Es decir, que el 96% de las empresas fracasan en los primeros diez años de
vida.
Por
ello, la elaboración del plan de negocios se convierte en la herramienta vital para evitar un fracaso futuro, ya que
te mostrará el camino a seguir y la mejor forma de realizar cada una de las
actividades necesarias para que la empresa sea toda una realidad. Cuando
una persona emprende un negocio, puede tener dos propósitos:
- Ver la empresa como una fuente de ingresos y
de generación de riqueza a corto plazo, en donde las decisiones y acciones
estén pensadas con base en los criterios de las utilidades que pueden
obtener, así como en las ganancias de cada operación, sin que importen las
relaciones a largo plazo con los clientes, proveedores y el personal.
- Ver la empresa como un patrimonio personal y
familiar, en donde se proporciona un servicio a la comunidad y las
decisiones están dirigidas a la mejora continua y de largo plazo,
buscando, con ello, tener relaciones honestas y duraderas con su personal,
clientes y proveedores. Cuando realmente se quiere trascender en el
mundo de los negocios, la única opción viable, es la segunda.
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Un negocio propio da independencia, libertad de decidir la hora a la que se llega a laborar, el momento en que se retira, cómo se usa el tiempo y en qué proyectos se invierte. Es conveniente hacer un cálculo realista del tiempo disponible para empezar un nuevo negocio, ya que, además de tiempo, normalmente se requiere de mucho esfuerzo.
Ahora
bien, si no se está bien preparado ni seguro de lo que se pretende ciertamente
va a fracasar desde un inicio, pues no ha visualizado el riesgo de empezar un
negocio y puede perder toda la inversión e incluso sus posesiones personales.
Se
puede tomar la decisión de iniciar una empresa, o bien, buscar la posibilidad
de comprar una que esté funcionando. Los emprendedores, generalmente, inician una empresa por
las siguientes razones:
- Tienen la posibilidad de introducir un
concepto o producto, que tenga éxito en otras ciudades similares.
- Tienen un nuevo producto, con tecnología de
punta que cubre una necesidad específica.
- Tiene una nueva idea o producto, con mucha
creatividad.
- El mercado tiene un abastecimiento deficiente
y de poca calidad de determinado producto o servicio.
- No hay o es muy poca la competencia, en la
zona de influencia.
- Existe una población con poder adquisitivo y
perfil adecuado, para el tipo de productos y servicios, que ofrece la
empresa.
- Renuncian o pierden su trabajo y quieren
empezar un negocio, pues deben recortar inmediatamente los gastos propios
y de su familia, y analizar las posibilidades más viables para empezar una
nueva empresa, buscando concentrarse en una idea que sea coherente con su
economía y conocimientos.
Las razones por
las que se decide realizar un plan de
negocios son:
- Verificar que un negocio sea viable desde el
punto de vista económico y financiero antes de su realización.
- Detectar y prevenir problemas antes de que
ocurran, ahorrando tiempo y dinero.
- Determinar necesidades de recursos con
anticipación.
- Examinar el desempeño de un negocio en marcha.
- Tasar una empresa para la venta.
- Conducir y buscar la forma más eficiente de
poner en marcha un emprendimiento.
- Respaldar la solicitud de crédito a una
entidad financiera.
Es importante organizar la información teniendo en
cuenta a quién va dirigido y tratar que sea lo más completa posible para que
cumpla el objetivo propuesto.
No se debe olvidar que un plan de negocios, es un
valioso instrumento, que sirve para reflexionar sobre los asuntos críticos de
un emprendimiento y se utiliza como un documento de consulta permanente, para
medir los avances de un negocio.
El
plan de negocios, es una herramienta de gestión sujeta a una revisión
permanente, porque la realidad donde actúa la empresa, tiene la particularidad
de ser por naturaleza, dinámica y cambiante.
Consejos
para evitar que el dinero sea un obstáculo al arrancar tu propio negocio
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1. Ahorrar: Se
debe calcular el monto que representará la subsistencia del negocio por un
período de al menos 6 meses (idealmente un par de años) y si considera que le
va a llevar mucho tiempo, piense que cuanto más lo postergue…más va a tardar;
además: no va a tener que sacrificar lo que te gusta para siempre. También
existen otras opciones como pedir préstamos o ayuda a un familiar, pero lo que
más te recomiendo es que empieces a ahorrar.
2. Reestablecer
prioridades: A veces no es falta de
dinero, sino que las personas tienen otras “prioridades”. Por ejemplo: si
requiere contratar a un asesor o coach: “No tienen dinero”, pero luego se
compran un carro, se van de vacaciones, cenar en restaurantes todos los días,
comprarte ropa y maquillaje todos los meses, etc. Piensa, si el negocio o
proyecto que tienes en mente fuera tu prioridad número uno, ¿qué acciones
tomarías?, ¿en qué te gastarías el dinero?.
3. Asegúrate
de que el dinero no es una excusa para tapar otro miedo: Es fácil poner el dinero como excusa, ya dije antes
que cuando realmente quieres algo haces lo que sea para lograrlo, así que a lo
mejor hay algo escondido tras esa excusa. ¿A qué tienes miedo? A fracasar, al
éxito, a quedarte solo.
4. Prepárate
mientras ahorras: La idea de pasarte mucho
tiempo ahorrando puede parecer un gran sacrificio y desmotivarte, pero no.
Empieza a aclarar que es lo que quieres hacer, crea tu plan de negocio, diseña
tu negocio ideal, averigua los pasos que tienes que dar, qué vas a necesitar,
empieza a crear tu web, eso te hará estar motivado e ir adelantando.
Recomendación: Hacer una lista con todas las razones que se
te ocurran por las que quieres comenzar ese negocio y las razones por las que
te lo mereces, así cuando lleguen los momentos duros te ayudarán a no
desfallecer y será muy gratificante este proceso de aprendizaje.
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